La osteocondrosis, o apofisitis por tracción, se caracteriza por una alteración de la osificación endocondral producida por la tracción repetida del tendón o ligamento en su inserción a nivel de hueso. También es conocida como epifisitis.
La enfermedad de Osgood-Schlatter y la enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson son las apofisitis por tracción no articulares que afectan a la rodilla. Representan una de las causas más frecuentes de gonalgia (dolor en la rodilla) anterior en adolescentes, habitualmente relacionada con la práctica deportiva.
ENFERMEDAD DE OSGOOD-SCHLATTER
Es la apofisitis resultado de la tracción repetitiva del tendón rotuliano en su inserción al centro de osificación inmaduro de la tibia. Las contracciones intensas y repetidas del músculo del cuádriceps, a través del mecanismo extensor de la rodilla, producen inflamación en la inserción a la tibia
La enfermedad de Osgood-Schlatter (EOS) es la apofisitis por tracción más frecuente del cuerpo, llegando a diagnosticarse en el 21% de los atletas adolescentes. Suele presentarse entre los 10 y 14 años, generalmente 2 años antes en niñas. La afectación acostumbra a ser unilateral, aunque en un 20-30% de los casos se presenta de forma bilateral asimétrica1.
El diagnóstico de la EOS es esencialmente clínico. El síntoma principal es dolor espontáneo y a la palpación sobre la tibia proximal. La intensidad del dolor rara vez causa la interrupción de las actividades diarias y disminuye con el reposo.
A la exploración física es habitual apreciar edema y una prominencia o aumento de tamaño en la zona proximal de la tibia, con dolor a la palpación. El dolor aumenta cuando se pide al paciente que realice extensión de la rodilla contra resistencia.
Aunque inicialmente no sea necesaria la realización de radiografías de la rodilla, se pueden realizar para descartar otras patologías en caso de niños más mayores o sintomatología prolongada. Los cambios radiológicos incluyen fragmentación de la apófisis tibial, con presencia de osículos separados de la tuberosidad en el 50% de los casos, tumefacción de los tejidos blandos y engrosamiento del tendón rotuliano. Estos cambios se aprecian mejor en la proyección lateral, con la tibia en ligera rotación interna.
La ecografía es una alternativa a la radiografía que, en manos de profesionales con cierta experiencia, ofrece imágenes iguales o incluso mejores de los signos radiológicos anteriormente descritos. Este método es preciso, fiable y evita utilizar radiaciones ionizantes.
Tratamiento
En la mayoría de las ocasiones esta patología es autolimitada y responden a tratamiento sintomático (dolor y tumefacción) hasta su completa resolución. Se debe realizar aplicación de hielo local y antiinflamatorios no esteroideos durante un breve periodo de tiempo, así como reposo o disminución del deporte.
Sin embargo, es imprescindible informar al paciente y a su familia, en el momento del diagnóstico, que los episodios de dolor pueden prolongarse en el tiempo, con una duración promedio ente 12-18 meses, y como secuela, en un porcentaje no despreciable de casos, se produce una prominencia crónica en la zona de la TTA.
El tratamiento quirúrgico es muy poco frecuente en esta patología. La persistencia de osículos o calcificaciones flotantes tras el cierre fisario (Figura 2b), si producen dolor, requerirán exéresis quirúrgica, actualmente mediante artroscopia.
SÍNDROME DE SINDING-LARSEN-JOHANSSON
El síndrome de Sinding-Larsen-Johanson (SSLJ) es una apofisitis por tracción persistente del tendón patelar sobre el polo distal de la rótula, dando lugar a la calcificación y osificación en la unión osteotendinosa. Es un cuadro similar a la EOS, pero en el extremo opuesto del tendón rotuliano.
Es una apofisitis típica de jóvenes adolescentes, entre los 10 y 14 años, siendo más frecuente en varones que realizan un alto nivel de actividad física y deportiva
Clínicamente se manifiesta por dolor, sin antecedente traumático previo y relacionado con la actividad física, que mejora con el reposo. A la exploración física existe un punto doloroso en el polo inferior de la rótula y en la porción proximal del tendón rotuliano.
Tratamiento
Al igual que sucede con la EOS, es de máxima importancia explicar al paciente y a su familia la naturaleza autolimitada del cuadro, con una duración aproximada de 12 meses para su resolución espontánea, no siendo necesaria la cirugía.
Inicialmente el tratamiento consiste en restricción de la actividad física según la intensidad del dolor, que se puede complementar con aplicación de hielo local y antiinflamatorios no esteroideos durante un breve periodo de tiempo. En grados más severos se puede utilizar inmovilizadores de rodilla, aunque no suele ser necesario. Posteriormente se recomienda rehabilitación muscular para el fortalecimiento del cuádriceps y ejercicios de estiramientos cuadricipital previos a la práctica de deporte.
El dolor acostumbra a desaparecer al finalizar la maduración esquelética. A largo plazo, el niño podrá retomar todas sus actividades sin dolor, aún cuando el osículo permanezca no unido.